jueves, 26 de noviembre de 2009

Tengo ganas de ti.

Un repentino silencio. <> Siento el perfume de su respiración, de su deseo. Y busco la boca de él, su sonrisa, sus labios. Los encuentro y casi me zambullo en ellos para esconderme, para encontrarme, en un beso más largo, más profundo, más envolvente, más... Más todo.
Y ahora es mío. Resulta extraño pensarlo. Es mío, mío. Mío hoy, mío ahora... Mío en este momento, sólo mío. Me da por pensarlo. Mío. Mío para siempre... Quizá. Pero ahora, sí. ... Ahora es amor...Dentro de mi. Y aún más, y otra vez, y aún más, sin parar... Ahora sonrío, dulcemente, sin pensarlo demasiado.Y precisamente en ese momento lo siento, es él, está dentro de mí... Es un instante. Pero qué bonito. Y sonrío, alejo el dolor, vuelvo a sentir, a probar, y experimento el placer, un pequeño mordisco... Estoy bien, me gusta, lo quiero. Como sus letras, en piel, desde hoy, grabadas para siempre dentro de mí.
- Tengo ganas de ti.
-¿Qué has dicho?
- No me tomes el pelo.
- No, te lo juro que no te he entendido.
Él sigue moviéndose encima de mí, dentro de mí. Lo miro a los ojos y me pierdo embelesada por su mirada, por esos ojos que contienen amor o quizá no, pero no me lo pregunto, ahora no... Y me habla y no lo entiendo, y suspira en mi oído, y el viento, y el placer, que roba, que se lleva sus palabras, y sonríe, y se ríe, y sigue moviéndose, y me gusta, y me gusta un montón, y no entiendo, y le beso las manos, y estoy hambrienta, y se lo repito...
- Tengo ganas de ti...

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